¿Te imaginás construir tu propio celular con solo 30 dólares? Eso fue exactamente lo que hizo Gabriel Rochet, un joven francés de 16 años que diseñó el Paxo Phone, un dispositivo funcional, ecológico y de código abierto pensado para achicar la brecha digital y demostrar que la tecnología no tiene por qué ser inaccesible.
La historia arranca cuando Gabriel se preguntó algo simple: ¿cómo funciona realmente un teléfono? Esa curiosidad lo llevó a armar su primer prototipo —que él mismo admite que parecía “una caja de zapatos”— hasta llegar al Paxo Phone V4, la versión más reciente y pulida. Lo hizo usando materiales reciclables, como conchas de vieiras para la carcasa, y componentes básicos que se pueden conseguir fácilmente online.
Este celular no tiene internet, ni redes sociales, ni cámara, y eso es completamente intencional. Está pensado para cumplir con lo esencial: llamadas, SMS, calculadora, reloj, agenda, GPS y dos juegos clásicos (2048 y Snake). Nada de distracciones. Es una herramienta práctica, simple y perfecta para aprender tecnología desde cero.
Pero lo más interesante es que Gabriel publicó todo el proyecto como código abierto. Cualquiera puede descargar los planos, esquemas, el sistema operativo (Paxo OS) y las instrucciones paso a paso desde Github. El sistema corre sobre Arduino, lo que permite modificar y agregar funciones según las necesidades de cada usuario.

El Paxo Phone no es solo un teléfono: es una experiencia educativa. Para construirlo vas a necesitar herramientas básicas como un soldador, una pistola de calor, una impresora 3D y algunos conocimientos de electrónica. Todo el armado se puede hacer siguiendo los esquemas en EasyEDA, y Gabriel planea subir pronto tutoriales en YouTube para facilitar aún más el proceso.
Este proyecto es ideal para quienes quieran meterse en el mundo maker, para escuelas técnicas, o simplemente para personas curiosas que quieren entender la tecnología desde adentro, sin depender de dispositivos cerrados y costosos.
Con el Paxo Phone, Gabriel no solo creó un producto funcional y accesible, sino que también plantó una bandera: la tecnología puede ser sustentable, educativa y colaborativa. Su mensaje es claro: “Si yo lo pude hacer con pocos recursos, vos también podés”. Solo hace falta tiempo, ganas de aprender y un poco de paciencia.